Señora: Buenas tardes
Yo: Buenas tardes ¿en qué le puedo ayudar?
S: Pues no mira la verdad es que (y se pone a contar una historia sin pies ni cabeza, luego, mientras sigue hablado, toma una revista, la abre y comienza a leerla en voz alta para otros clientes que la miran extraño cuando se les acerca para leerles y mostrarles algunas fotografías de la publicación).