Cliente: Hola, buen día, me gustaría saber si tienes el libro (inserte título) del autor (inserte un nombre).
Yo: (busco en el sistema) Sí, aún tenemos una copia, gusta que…
C: (interrumpiendo) ¿Y dónde está? No veo que lo tengas a la vista.
Y: Lo tengo en el área de poesía (lo busco y se lo doy)
C: Quiero que sepas, yo soy el autor.
Y: Un gusto conocerlo.
C: ¿Me conoces entonces? ¿Me has leído?
Y: Desafortunadamente no.
C: Pues soy poeta y este libro debe de venderse y exhibirse en tu mesa principal.
Y: Lo lamento, desde hace dos años que no es novedad.
C: ¿Y eso qué?
Y: Que en nuestra mesa principal van novedades y algunas sugerencias de los que tengamos varias copias.
C: ¿Entonces es porque no es novedad?
Y: En parte.
C: Pues ponlo ahí para que se venda.
Y: No puedo hacerlo.
C: Pero no se va a vender en su lugar.
Y: Seguro que sí, todos los libros tienen oportunidad de venderse si están en su lugar y alguien los busca.
C: Colócalo como novedad.
Y: Pero no es novedad ni tiene varios ejemplares.
C: Tienes que saber y aprender que la poesía no caduca.
Y: (Buscando en el sistema) Pero desafortunadamente las remisiones sí y la de este libro ya venció desde hace tiempo, se le informó a su proveedor que pasara por la liquidación y el libro que queda de los tres que se entregaron hace dos años… y que fueron comprados por el autor.
C: (Abrió mucho los ojos, se dirigió al estante de libros en inglés y metió ahí su libro)